Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. ¡Qué razón tiene nuestro refranero!
y aquí queremos las dos, compartir con todo aquel que quiera leer.
MI GUARDIA
Te buscaba loca de rabia,
con la
esperanza de que tú me sanaras.
Caminé
entre guijarros descalza,
y de
repente otra vez la vida
cruel,
llegó a mi alma.
Llore
llena de esperanza
al
tenerte en mis brazos,
la
mentira creí
de
estar salvada.
Lloré
con desesperanza
sin
saber que pasaba,
pero
me levanté por ti
para
perder mil batallas.
Y
camine desterrada en un desierto de nada.
Algunas
luces vi, que se escapaban,
soñaba
victorias, que no llegaban,
luchaba
con el alma y con la vida,
siempre
perdía o eso sentía.
Y yo
loca de rabia.
La
cicatrices que no sanaban,
por
ese pasado, que me había roto.
El
presente que mi futuro negaba
sentía
que no había esperanza.
Equivocada a cada paso
sin entender
nada,
no
percibía que tú
me
guardabas.
Y de
repente, aspire esa bocanada.
De tu
fuerza, para no amedrentarme en la derrota,
de tu
realidad, para acallarme en las pocas victorias.
Y
abrí los ojos, vi una luz que no se escapaba
por
primera vez, vuelvo a mirar a la vida,
con
los ojos de la niña que soñaba.
Sé que
esta lucha nunca termina,
pero
ahora es más fácil menos pesada.
No
importa que lejos este la cima
no
intentaremos alcanzarla.
Por
fin te veo, detrás de la nada
y
vuelvo a llorar de esperanza,
con la
serenidad de saber
que
tú, Alberto, me guardas.
Y de
repente... había salvado mi alma.
A mi
precioso hijo Alberto.
Gracias
por tus 30 años.
Alicante,
a 03/10/2023
Inmaculada
González Gosálvez.
Gracias Inma, gracias Alberto, gracias a todos.