Terminada la jornada, y cerrando capítulo ... llego a casa con deberes... despedirme con un NOS VEMOS de mis compis, de todos, de los que estaban hoy viernes y de los que no estaban...
Hoy viernes, día de almuerzo casi festivo que anuncia el findesemana, hoy, en silencio a modo de despedida, y sin proponermelo, habeis degustado la última receta: TABULÉ. La foto que tiene el fondo negro, de mi encimera de inducción, casi, sin proponérmelo, es el marco de luto de un cese anunciado. El blanco, en contraposición, marcan los dos colores mi estado de ánimo. El antes y después, el cese y nuevo nombramiento. Los mil colores del contenido, también sin pensar marcan mi estancia con vosotros, con el último equipo de trabajo al que me siento feliz de haber formado parte: sin estar y estando, deambulando de función en función, un poco de esto, un poco de aquello, hasta en tanto se produjera mi nueva mudanza laboral.....
Abierto el correo me he encontrado un correo de mi nuevo destino: poco me ha cundido la faena en la sección mientras iba preparando documentación.
A la felicidad del nombramiento cuando llegué, sumé la de reencontrar compañeros, de conocer a nuevos, de afianzar conocimientos, de aprender otros gracias a todos.
A la tristeza de abandonar de nuevo el puesto de trabajo, la alegría de saber que también reencontraré a compi, conviré con otros.
Y aunque quien lea y no sepa, piense ... pues que me enorgullece decir que se cambia por mejora de empleo, jugando a las reglas de juego que nos marca quien nos paga.
Ignoro que me depara el futuro próximo, próxima mi jubilación, pero cierto es que no me despido de la sección, ni de la Dirección a la que pertenezco sino que, espero, pueda de nuevo compartir charlas y sonrisas alrededor de viandas y bebidas.
Gracias a todos... ¡nos vemos!
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Gracias, en breve os leo