Recitando palabras a mi hija, tomadas prestadas de un poeta foráneo, recordando aquella natividad, aquellos primeros meses, maravillosamente mágicos ...
En algún lugar donde nunca he viajado, te encuentro.
En el resplandor de tus ojos, un universo me alumbró.
En tus silencios, un misterio profundo.
Navego en ti, en cada latido me sumerjo.
Eres un enigma, un laberinto que explorar.
En cada esquina, una sorpresa que me hace temblar.
En el reflejo de tus ojos, un universo se revela.
En algún lugar donde nunca he viajado, mi corazón vuela.
Eres la melodía que danza en mi corazón,
En cada acorde, una pasión que me da razón.
En el ritmo de tus latidos, mi alma encuentra aliento.
En algún lugar donde nunca he viajado, nuestro amor es cimiento.
Edward Estlin Cummings ... sus editores frecuentemente escribían su nombre con minúsculas para representar su sintaxis inusual.